¿Qué hacer antes, durante y después de un incendio?

Un incendio puede comenzar de forma repentina y poner en riesgo vidas, instalaciones y bienes materiales. Saber cómo actuar antes, durante y después de una emergencia no solo reduce el peligro, sino que también facilita el trabajo de brigadas y cuerpos de rescate.

Tanto en el hogar como en una empresa o espacio público, la prevención y la respuesta organizada marcan la diferencia. Esta guía reúne pasos claros y consejos prácticos para que cualquier persona pueda actuar con seguridad y cumplir con las recomendaciones de Protección Civil.

Principales causas de incendios

La mayoría de los incendios surgen por situaciones que pueden prevenirse con una correcta supervisión y mantenimiento. Identificar los riesgos más comunes en cada entorno ayuda a tomar medidas más efectivas.

En entornos industriales

  • Fallas eléctricas por sobrecarga de circuitos o instalaciones deterioradas.
  • Uso inadecuado de maquinaria sin mantenimiento.
  • Manejo inseguro de sustancias inflamables o explosivas.
  • Trabajos de soldadura sin protecciones ni procedimientos de seguridad.

En oficinas, comercios y espacios públicos

  • Conexiones eléctricas improvisadas o uso excesivo de extensiones.
  • Equipos electrónicos sobrecalentados o sin ventilación adecuada.
  • Acumulación de papel, cartón u otros materiales combustibles cerca de fuentes de calor.
  • Fugas de gas en cafeterías o áreas de servicio.

En viviendas

  • Descuidos en la cocina, como dejar ollas o sartenes sin supervisión.
  • Uso de estufas, calefactores o velas cerca de materiales inflamables.
  • Sobrecarga de enchufes y cables dañados.
  • Almacenamiento inadecuado de líquidos combustibles en áreas no ventiladas.

Conocer las causas más probables en cada entorno permite implementar medidas específicas para prevenirlas y entender el tipo de fuego que podrían generar. Si quieres profundizar en este tema, revisa este artículo sobre tipos de incendios.

¿Qué hacer antes de un incendio?

Estar preparado antes de que ocurra un incendio marca la diferencia entre una evacuación segura y una situación de riesgo. La prevención comienza con acciones simples que cualquier persona puede implementar, ya sea en casa, en el trabajo o en lugares públicos.

Identificar y evaluar riesgos en instalaciones y áreas comunes

Revisa de forma regular que las conexiones eléctricas, enchufes y aparatos no tengan daños o sobrecarga. Comprueba que estufas y calentadores estén en buen estado y que no haya fugas de gas. En oficinas, escuelas o comercios, verifica que las bodegas o áreas de almacenamiento estén libres de materiales inflamables mal colocados.

Mantener en buen estado los equipos y medidas de seguridad

  1. Si tienes extintor en casa, revisa que esté cargado, con el manómetro en zona verde y en un lugar visible y accesible.
  2. Comprueba que las alarmas de humo funcionen y cambia sus baterías al menos una vez al año.
  3. En empresas y espacios públicos, contar con extintores, alarmas, salidas de emergencia libres y señalizadas, hidrantes y rociadores automáticos es obligatorio.
  4. Realiza revisiones periódicas de todos los equipos con personal capacitado.
  5. Mantén los dispositivos libres de obstáculos y con etiquetas de mantenimiento actualizadas.

Tip: Un equipo en mal estado es tan inútil como no tenerlo. Establece un calendario de revisiones y designa a un responsable para garantizar que siempre estén listos para usarse.

Asegurar que todos sepan cómo actuar en caso de incendio

En casa, explica a cada integrante dónde están las salidas y el punto de reunión. En el trabajo o en la escuela, coloca el plan de evacuación en lugares visibles y capacita al personal o a los estudiantes sobre las rutas y procedimientos. Todos deben conocer cómo pedir ayuda y a quién dirigirse.

Realizar simulacros periódicos y cumplir con lineamientos de Protección Civil

Practicar es la mejor forma de asegurar una respuesta ordenada. Realiza simulacros al menos una vez al año, usando las rutas de evacuación y el punto de reunión designado. Evalúa si el tiempo de salida fue adecuado y ajusta el plan según las observaciones. 

Complementa con hábitos como no dejar velas encendidas, desconectar aparatos no utilizados y mantener las vías de salida libres.

¿Qué hacer durante un incendio?

Actuar con rapidez y orden en los primeros minutos de un incendio puede salvar vidas. Estas son las medidas que debes seguir en cualquier lugar donde te encuentres:

Activar la alarma y comunicar la emergencia

Si el lugar cuenta con sistema de alarma, actívalo de inmediato. Si no lo hay, avisa en voz alta a las personas cercanas y llama al 911 o al número de emergencias local. En oficinas, escuelas o centros comerciales, notifica también al personal de seguridad o brigadistas.

Evacuar por las salidas seguras y señalizadas

En una evacuación, seguir el recorrido correcto y actuar con orden puede marcar la diferencia entre salir a salvo o quedar atrapado, lo mejor es:

  1. Seguir las rutas marcadas en el plan de evacuación y evita zonas con humo o fuego.
  2. No utilizar elevadores; las escaleras de emergencia son la opción más segura.
  3. En casa, elige la salida más cercana y asegúrate de que todos se dirijan al punto de reunión.
  4. Cierra las puertas al salir para ralentizar la propagación del fuego.
  5. No regreses al interior del edificio hasta que las autoridades lo indiquen.

Usar un extintor únicamente si es seguro y sabes operarlo

Si el fuego es pequeño y puedes apagarlo en segundos, usa un extintor siguiendo la técnica adecuada. En el hogar, solo intenta hacerlo si tienes el equipo a la mano y sabes cómo manipularlo. En empresas o edificios públicos, esta tarea debe ser realizada por brigadistas o personal capacitado.

Mantener la calma y aplicar la regla de “No correr, No gritar, No empujar

En una evacuación, el pánico puede generar accidentes graves como caídas, golpes o bloqueos en las salidas. Mantener la calma te permite pensar con claridad y seguir las indicaciones de seguridad. Avanza con paso firme y sin empujar a otros, incluso si la situación parece urgente. 

Nota importante: Solo presta ayuda directa si cuentas con la capacitación necesaria y si la situación lo permite sin ponerte en riesgo. Tu seguridad es prioritaria.

Protegerse del humo cubriendo nariz y boca con un paño húmedo

El humo y los gases tóxicos son tan peligrosos como las llamas, ya que pueden provocar desmayos en pocos minutos. Desplázate agachado para mantenerte en la zona con aire más limpio y cúbrete nariz y boca con un paño húmedo, bufanda o prenda similar. 

Si estás en un edificio, no abras puertas que estén calientes al tacto, pues puede haber fuego detrás. Si no puedes evacuar, busca una habitación cerrada, sella las rendijas con tela húmeda y señala tu ubicación a los equipos de emergencia.

¿Qué hacer después de un incendio?

Una vez controlada la emergencia, la prioridad es garantizar que el área sea segura antes de reanudar cualquier actividad. Esta fase implica inspección, comunicación con autoridades y evaluación de daños para evitar nuevos riesgos.

Esperar la autorización de Protección Civil o bomberos antes de reingresar

Aunque el fuego esté controlado, pueden existir riesgos ocultos como estructuras debilitadas, presencia de gases tóxicos o posibles reinicios del incendio. Permanece en el punto de reunión hasta que las autoridades confirmen que es seguro ingresar. 

Ya sea en una vivienda, empresa o espacio público, sigue siempre las indicaciones de los cuerpos de emergencia.

Aislar las áreas afectadas y evitar manipular escombros o materiales peligrosos

Es clave controlar el acceso al área afectada para evitar nuevos riesgos y proteger la zona hasta que sea revisada por expertos, asi que lo mejor es:
  1. No intentar mover objetos que estén quemados o inestables.
  2. Evitar el contacto con sustancias químicas, combustibles o restos que generen humo o polvo.
  3. En casa, mantener alejados a niños y mascotas del área siniestrada.
  4. En entornos laborales, delimita la zona con cintas o barreras hasta que personal especializado la inspeccione.

Reportar el incidente, documentar daños y actualizar el plan de emergencia

Registra lo ocurrido con fotos y notas, ya que esta información será útil para seguros, auditorías y mejoras en los protocolos. Entrega un informe a las autoridades y, si es necesario, solicita una inspección técnica. Ajusta tu plan de prevención incorporando las lecciones aprendidas del incidente.

Qué NO hacer durante un incendio: errores que ponen en riesgo tu vida

Evitar los siguientes errores te ayudará a proteger tu vida y facilitar la labor de las brigadas y equipos de rescate:

  • Ignorar la alarma o retrasar la evacuación.
  • Usar elevadores en lugar de escaleras de emergencia.
  • Regresar por pertenencias personales.
  • Intentar apagar el fuego sin capacitación o equipo adecuado.
  • Bloquear rutas de evacuación o salidas.
  • Abrir puertas calientes sin verificar si hay fuego detrás.
  • Permanecer en áreas con humo sin protección.

La clave está en actuar rápido, seguir los protocolos y mantener la calma. Cada acción segura aumenta las posibilidades de salir ileso y minimizar los daños.

Estar preparados para un incendio implica más que tener equipos instalados: requiere identificar riesgos, mantener sistemas en condiciones óptimas y saber cómo actuar en cada etapa. 

La experiencia demuestra que las respuestas rápidas y coordinadas reducen considerablemente los daños y facilitan el trabajo de los equipos de emergencia.

Aplicar estas medidas de forma constante y corregir las fallas detectadas después de cada simulacro o incidente fortalece la capacidad de respuesta.